Los novios deciden en última instancia el ‘dresscode’ de los invitados así que lo que digan va a misa. ¿Quieren una boda medieval? Los invitados deben acicalarse acorde a la temática, ¿quieren una boda ibicenca de blanco? Todos a buscar vestidos y trajes de este color.
Recuerda que hay que respetar las peticiones de los novios, por muy disparatadas que parezcan. Es su día y tienen que poder vivirlo tal y como en su imaginario lo ven y, claro esta, como su bolsillo les permita.
Americanas
Hay que aguantar el tipo hasta la fiesta
Aunque los invitados no tienen ni la mitad de normas que las invitadas, sí deben tener en cuenta un par de cosas. “No pueden sacarse la americana en ningún momento de la ceremonia ni convite”, advierte la experta en protocolo. De hecho, esta norma es extrapolable a todos los accesorios que un hombre puede llevar a una boda. La pajarita o la corbata, los puños o, en el caso del novio, el chaqué.
Madres, la del novio escoge color primero
Las madres de los novios son invitadas de honor. Ellas también son, en parte, protagonistas y por tanto pueden escoger el color y la forma que les plazca. Sin embargo, su vestuario está sujeto a un único reclamo que, más de una vez, puede traer conflictos.
“La madre del novio ha de escoger el color de su vestido primero y notificárselo a su consuegra para que no repitan tonalidad”, asegura Vilallonga y añade que se trata de una de las normas más tradicionales en protocolo nupcial.
De día, de corto. De noche, de largo.
La regla de oro de las bodas, pero la más ninguneada en estos tiempos es el largo del vestido según el tipo de boda a la que se asiste. A las bodas de noche hay que ir de largo, mientra que en las ceremonias de día hay que llevar un vestido corto. ¿Y qué es corto? Mientras no sea hasta los pies entra en la medida.